Son de varios
tipos: comerciales, financieros y fiscales.
Los gobiernos prestan apoyo comercial a sus
exportadores ofreciéndoles facilidades administrativas, servicios de
información y asesoramiento e incluso promocionando directamente los productos
originados en el país mediante publicidad, exposiciones y ferias internacionales.
Las ayudas financieras a la exportación son
principalmente los préstamos y créditos a la exportación, frecuentemente con
tipos de interés muy bajos, y los seguros gubernamentales que cubren los
riesgos empresariales incluso el riesgo derivado de perturbaciones políticas o
bélicas. Entre las ayudas financieras hay que incluir las medidas de tipo
monetario que actúan sobre el tipo de cambio haciendo que los productos
nacionales resultan más baratos en el extranjero.
Los instrumentos fiscales consisten en las
desgravaciones fiscales, la devolución de impuestos y las subvenciones
directas. Estos instrumentos son los menos aceptados internacionalmente
ya que pueden conducir a situaciones de dumping, a que el producto se venda en
el extranjero a un precio inferior al nacional e incluso a precios inferiores a
su coste.
En los últimos años se han multiplicado las denuncias
contra el dumping ecológico y social. Se denomina dumping ecológico a las
exportaciones a precios artificialmente bajos que se consiguen con métodos
productivos muy contaminantes y perjudiciales para el medio ambiente. Se
denomina dumping social a las exportaciones a precios artificialmente bajos que
se consiguen mediante trabajadores mal pagados o esclavizados, trabajo
infantil, trabajo de presos, etc.
Si no existieran barreras a las importaciones ni ayudas
artificiales a las exportaciones, los movimientos internacionales de bienes y
servicios se producirían exclusivamente por razones de precio y calidad. Esa
es, en el fondo, la única forma sostenible de mejorar la posición internacional
y la relación real de intercambio de un país: conseguir producir con mayor
eficacia, más calidad, a menor coste. Y para ello lo que hay que hacer es
mejorar la organización productiva, la formación de los trabajadores y la
tecnología.